12 septiembre, 2006

Apología al Oropel Vacuo

III de VIII...
Carta al amable y odioso lector.

Estimado testigo ocular:

Te escribo a ti en este pedazo de servilleta manchada de sangre y cerveza, pues carezco de un trozo de papel digno de contener una misiva a tu merced. Y que mas importante puede ser, que expresarte el profundo enfado que siento al saber, por boca tuya, que eres quien le da valor a mis letras, pues ¿Acaso no el árbol que cae en medio del bosque, no hace ruido sino solo para quien puede escucharlo?. Mentira. Tan falso como que el Dios esta de nuestro lado, será cuando las arañas y las moscas cenen juntas en la pascua, el momento en que yo escribiré para que tú puedas validar mis razones. Tu partida ha dejado un abominable agujero en mi chaleco, aunque dificlmente rellenable, intento taparlo con Groog, Bourbón, agua mineral y licor de centeno. Pero, ¿Que importa al cielo nuestro clamor personal?, ¿para que rogar y flagelarse por respuesta?.
El Dios no es bueno, lo concedo, pero El Dios es justo. Y en aras de esa justicia es menester aceptar que a Él le importa un soberano pito lo que pase entre nosotros. ¿Y porque? Simple, querido y afable lector, porque a el Dios no le interesa. No te sientas ofendido y mejor vayamos a la prueba más incuestionable, la de la lógica. En este mundo hay miles de religiones, y todas ellas predican y aseguran ser los elegidos del único Dios, y si no perteneces a su secta o tienes una credencial de sobrino del Tío San Pedro, entonces eres un miserable pecador y te vas a ir al infierno, para que miles de pequeños y escatológicos diablitos pinchen tu escroto con oxidadas agujas de tejido. No se tú, pero a mi eso me parece un infierno. Pero no divaguemos. Aceptando que todas las religiones fueran ciertas, y que nadie en éste mundo puede pertenecer a mas de una (o dos según la ambición), entonces a todos, incluyéndote, ya nos cargo la chingada.
Aceptando sin conceder, que la consideración que establece que el acto de creación no es mas que la reinterpretación de las vivencias e información recibida e inconcientemente reprocesada (si vemos a lo lejos es que estamos parados sobre los hombros de gigantes), el proceso de creación artística es meramente un procedimiento diseccionable en el cual metemos un cerdo de un lado de la maquina y del otro salen embutidos, la diferencia es el embutido obtenido, porque no es lo mismo producir un buen jamón serrano que un montón de salchichas no aptas ni para consumo canino. Aunque hay que aceptar que hay perros que comen mejor que tu y que yo.
Retomando, la fama no lo es todo, y hay mas motivos para crear que para buscar el momento vano de Gloria (¿me pregunto como estará Gloria?), y si la creación es impracticable por meros mortales como yo, también es cierto que el buscar aprobación, o, por lo menos atención, carece de un justo valor cuando la intención es otra.
Lo dicho, la producción artística es el acto de tomar instantáneas de los sentimientos, condiciones, sensaciones e ideas que existen en el aspirante a artista (Cualquier imbécil que se llame a sí mismo “artista”, no solo peca de soberbio, sino además demuestra que no sabe nada de arte), y que son ampliamente analizables bajo el contexto del cambio en esas condiciones que influyeron durante su creación. Dicho en otras palabras, escribo cosas tristes para leerlas cuando esté feliz y pueda ver las cosas en diferente perspectiva.
Escribo por ti, pero no para ti. Porque aunque mi amor es inmenso, soy libre, aun de tu yugo, y eso no cambiará jamás. Aunque debo agradecerte pues eres mi fuente inagotable de inspiración, pues es bajo tu sombra y azules intenciones cuando mas se revuelven los sedimentos de la pecera que me ufano en llamar Musa.

Te agradezco tu existencia, y aprovecho para recordarte que puedes correr, pero no esconderte. No hay hoyo en la tierra, suficientemente profundo que te permita escapar de ti mismo.
Soy tu sincero servidor, tu fan incondicional y tu amigo fiel y verdadero, pero no soy bajo ningún concepto, tu trapo viejo.

Recibe un abrazo donde quiera que estés y espero que estas vacaciones de ti mismo te hayan hecho, si no más fuerte, por lo menos más justo y sincero.

Tuyo. Dr. Fausto.


The Doctor has left the building.

1 Comments:

Blogger Eien Yume said...

Excelente... digno de ti

1:36 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home