10 septiembre, 2007

Deudas....

Llevo tres hojas a cuestas esperando a ser publicadas.
Nunca veran la luz, pues son palabras de ideas fuera de contexto, de tu partida y mi desepcion. Pensè que yo habia cambiado y descubriste que soy el mismo, pense que habias cambiado y descubri que no has roto el molde.... A base de huir, a base de odiar... somos y seremos lo que siempre hemos sido... dos harinas del mismo costal separadas por un millar de granos de sal...

Eres Amarga, asi te amo... y te amare siempre aunque las deudas aun no hayan sido pagadas...

El doctor fausto tuvo una sobredosis de realidad...

28 octubre, 2006

Estamos

Ahora, despues de tanto tiempo, después de esta cantidad ingente de minutos acumulados te tengo al alcance de mis labios. En este momento tengo la oportunidad de amarte sin detenerme por la culpa y con posibilidades de formar algo que traspase los límites de lo platónico e insufrible. Te miro diferente, tanto desde este lado de la retina como lo que en ella se refleja: ambos somos distintos; los dos hemos atisbado en esa celda oscura, mal llamada realidad, y lo que aprendimos fue a suavizar las caídas.

Por años seguimos caminos dispares, que sin mucha sorpresa se encuentran de nuevo. Ya ves: tú cocinas y yo como. Tú escribes y yo leo. Tú hablas y yo escucho. Iteractuamos para completar un modelo. Un circuito preestablecido que adaptamos a nuestros yo y lo salpicamos de tragedia, haciéndolo así más asequible.

Ahora puedo amarte con los pies sobre la tierra y las ideas en las nubes. Lo haré hasta que la cotidianeidad nos alcance y pinche la burbuja, haciendo que el mundo se torne monocromático y todo el amor involucione en odio. Y así volveremos al principio: cuando nos odiábamos un poco en el otro y lo culpábamos por no cumplir con nuestros requisitos.

No es adorable? Podremos vivir los sueños hasta llevarlos a la perfección por actuarlos una y otra vez, y envenenarnos luego con las palabras que nos saldrán sin aliento.

Despues de todo, quién puede odiarte menos que tu reflejo, amor mío?

23 octubre, 2006

Te extraño tanto...
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...que a veces creo que sigues aqui a mi lado.
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...The Doctor...

En la ducha

Ni el agua caliente que salía de la regadera la reconfortaba. Sentir las gotas golpear contra su piel desnuda la animaban a evaluar las situaciones desde una perspectiva distinta. Mas ahora, ni toda el agua caliente que la había recorrido ya podía llevarse el dolor instalado en ella. Trató de recordar cuándo fue la última vez que se había sentido así. Años. Ni siquiera tenía idea de cuántos. El dolor del que ama sin poder asir al objeto de su amor al extender el brazo. El amor del que doliente, espera y teme. Temor a qué? A arriesgarse. A ponerse en manos del otro. A decir en voz alta lo que se siente. A tomar los retazos de felicidad que la vida pueda ir soltando, aún a sabiendas de que son pocos y en algún momento se evaporarán, como cuando una se pone perfume en la mañana, y al final del día sólo queda el recuerdo de la acción ejecutada, ya que el aroma se ha marchado con los minutos quitados al calendario vital.

"Te amo y estoy muerto de miedo" había dicho la voz en el teléfono. El gusto amargo del corazón al descubierto espolvoreado con azucar. El vodka combinado con jugo de naranja. El conocimiento del deseo que se cumple con la certidumbre de que el favor recibido ha caducado ya. Mientras la frase resonaba en su oído con el cerebro a medio dormir, las emociones se arremolinaron en su plexo solar provocándole una contracción en la boca del estómago. Sus sentidos confundidos ya no sabían si esa frase había llegado desde fuera, o era la representación en palabras de lo que ella sentía y por fin se había atrevido a externar.

El agua se enfriaba. Pensó que debía apresurarse, antes de que aquello se tornara insoportable. Terminó de ducharse mientras se preguntaba por qué, si amar era la manifestación sublime de la cuasiperfecta condición humana, cuesta tanto el aceptar que se profesa. "Te amo y estoy muerto de miedo". No podia haber expresado la situación completa de mejor manera, con menos palabras. Envolviéndose con la toalla, salió de la regadera. Se miró al espejo y mirándose a los ojos dijo: "yo tambien estoy muerta de miedo. Me irás a romper el corazón otra vez?".

06 octubre, 2006

Picnodisostosis.


Bella es la cosa que llevamos dentro, aunque duela a mares, sigue ahí porque es nuestra.